Estaba pensando esta mañana: Qué bien me vendría el supporter para poder poner a la venta a algún pelandrusco. Ya sabéis: close to pop en DE, TI, DI, macramé, cocina fusión, electro latino y con un máster en Paulo Coelho.
Se ha quedado en algo anecdótico, pero según pasaban las horas y entraba a ojear el mercado y perder el tiempo en general, se han ido sucediendo fenómenos paranormales: Que si puedo ver los entrenos acumulados (juraría que esto era para supporters, huele a bug), que puedo guardar las búsquedas de mercado (qué raro implementar esto a estas alturas de la temporada), que me salen las banderas y las copas en la página de mi equipo… y aquí ya he caído.
Ante todo, agradecer el altruismo. Es un detalllazo!
Sin duda arroja algo de luz a esta lamentable temporada que he hecho, donde mi mayor éxito ha sido conseguir lo mismo que O´capo, pero ingresando menos dinero los jueves y con más subidas en los entrenos.
A partir de ahora seguiré dando espectáculo (en el mal sentido por supuesto), puede que faltando más, pero con supporter eso sí, así que en plan señorito morro fino.
Por injusticia divina hay que lidiar con lo inesperado y quien no esté por la labor, que aprenda de Malcolm, que hizo lo que pudo con los medios de los que dispuso:
El protagonista de la historia de hoy es el eslabón perdido, el auténtico “killer”. Lo aprendí un sábado, como casi todas las lecciones importantes entre los 18 y los 20 y pico.
Era Noviembre, hacía un frío de cojones en Madrid, de esos que te dejan como el amor de una ex. Éramos un grupo de unos 10 nepes buscando un plan fácil y barato para pillar un ciego. Nada mejor para ello que una caja de paracetamoles y regatear con un entrenable de esos de Kirk en Sol por unas latas de cerveza. Íbamos preparados, llevábamos a un especialista de esos que regatea como un tunecino. Acabó consiguiendo las cervezas, entrada gratis a una discoteca del centro y el número de una RRPP por el camino.
Pero no, ese no era Malcolm. Malcolm era otro de los diez magníficos, hermano a su vez de otro de los integrantes y su historia empieza en la discoteca:
Un antro pequeño y oscuro, de la zona centro, de esos donde cada día las bandas latinas se reúnen a hacer sudokus, donde lo ilegal es ir desarmado y haber leído más de dos libros en tu vida.
Volviendo con el protagonista, la habilidad especial del susodicho era hablar idiomas que ni siquiera conocía, siempre iba directo, era el más agresivo de todos, pero solía ser el menos afortunado. Aquella noche se separó del grupo pronto.
A mitad de la jarana, me acerqué a uno de los magníficos al que me pareció ver con la cara desencajada: “Creo que a la de Malcolm le gustan los frutos secos” me dijo. Busqué hasta que bajo la luz de un foco vislumbré a los tórtolos y en efecto… ahí había nuez.
A oscuras daba el pego, al menos por turgencia (como le gusta a Grullo), pero entre la nuez y el paquete se delataba. Tenía tanta testosterona que debía menstruar semen. Y claro, conforme se fue corriendo el rumor y nos fuimos reuniendo todos, surgió la duda de si el compañero era consciente. Por su trayectoria diametralmente opuesta consideramos oportuno avisar a su hermano, quien siendo el último en enterarse, terminó tan sorprendido como el que más.
Fue él quien se acercó a Malcolm y le expuso discretamente la situación. Cuando volvió nos trasladó su mensaje: “Chill, dejadme disfrutar la noche”.
Al final salimos 10 nepes y volvimos 11… quién nos lo hubiera dicho.
Total, que la vida es como un cura: No sabes lo que te va a tocar.
A mí en esta ocasión un supporter que voy a disfrutar como un crío.
Last edited by Permutado at 02/19/2024 14:12:41