Se pudo cerrar el primer refuerzo. Costó sudor y sangre, pero se pudo hacer. Después de un comienzo de mercado muy esquivo para las posibilidades económicas de nuestro club, llegó el refuerzo en la zona de la cancha donde nos estaba faltando.
Ahora resta incorporar un jugador más que esté a la altura del plantel y podemos encarar una temporada que promete ser igual o más dura que la anterior.