Un placer, señores. Quién me hubiera dicho que iba a vivir tantas grandes noches cuando entré por la puerta de aquel Frankfurt hace 16 meses y los vi en aquella mesa bebiendo y devorando como si fueran mot con entu 15...
Noches como la de ayer ratifican que lo que comenzó como una quedada puntual de putos frikis se ha ido convirtiendo en la consolidación de una familia de putos frikis. Pepe, volcado en su labor antropológica de la Ñ, describía con una pasión y entrega increíbles episodios que estaban en algún rincón de la memoria de los más veteranos. La Seta mostraba las subidas de sus entrenables sabiendo que dentro de unas temporadas dominarán el mundo, salvo que la cosa se tuerza y acabe, como siempre, en IV o V y pujando por jugadores de Platano. Resacas se mostraba preocupado por su futuro en ACBB y se cagaba en mi puta madre cuando empecé a hablar del elástico con el nuevo. El nuevo, Fritzz, tocallo mío, gran conversador y buen entrenador de BB, sonreía erróneamente ante mi chapa y trataba de ver qué podía sacar en claro de allí. El Palomo aparcó en medio de la Plaça d'Osca el Lamborghini que se compró con el premio del doblete. Luego pagó la cena y el bebercio con billetes de 500 pavos mientras hablábamos del diego10 que se había marcado Javi vendiendo ahora que por fin podía trincar. Gerard nos contaba su nuevo proyecto en forma de web de basket con entrenos específicos y vídeos; ánims i molt éxit, company, falta más gente en el mundo que haga las cosas de forma altruista y con ilusión. Y por último, el COLOSO, Zira, que bebió y fumó petas a un ritmo endiablado, a un ritmo pocos mortales pueden seguir. Su última hora fue gloriosa, creo que ninguno de nosotros entendió ni una frase de las miles de putas locuras que soltó. Todos mis respetos a la coleta más sexy de Barcelona y al hombre que tiene la suerte de llevarla (y que, encima, me ganó en copa).
En resumen, gracias por estas cuatro o cinco quedadas enormes. Pese a estar en territorio comanche para un madrileño, estos putos catalanes, a parte de cantar els segadors cada medio minuto, reventar coches de policía, insultar al rey y a CR7, no querer hablar castellano nunca y ser unos agarraos, me han hecho sentir como en casa y pasar algunos momentos inolvidables de este periplo de año y medio en Barcelona.
Visca els vostres cullons i la virgen de Montserrat!!! Tornarem!!