El factor más determinante para que decidiera ir relajado no es ninguno de esos. No obstante, vi bastante claro que me ibas a motear, y lógicamente yo no iba a salir decisivo, entre otras cosas porque me condenaría a despedirme mañana de la copa casi seguro (mi rival es un III recien descendido). Por el entusiasmo que creía que teníamos ambos, formas, mi lesión, etc. creí que perdería el partido incluso a igualdad de actitud, y decidí que lo más inteligente era ir relajado y esperar a que sonara la flauta e hicieras todo lo contrario de lo que me parecia que ibas a hacer.
Después, por cómo llegamos al último minuto, puede parecer que en normal te hubiera ganado, pero eso ya nunca se sabrá.
De todos modos me reservo el factor más decisivo para acabar decidiendo el decisivo, que complementa lo dicho.