Las primeras semanas, al estar las formas y los entusiasmos bajos, las defensas se ven muy penalizadas (más que los ataques), y esto suele llevar a partidos extraños y ocasionar resultados que dentro de un mes no se producirían. Consejo: no trates de sacar demasiadas conclusiones del partido. Cuadra bien los minutos, mejora las formas, entrena y en unas semanas estarás donde te mereces estar realmente.