Presupones, como casi siempre, mal. Igual que cuando presuponías con la Ñ que no habíamos acertado tal o cual defensa tras meter una individual sin predicciones, sin conocer nada del planteamiento que llevábamos. O cuando creías que yo iba a meter un WO para joderte, como si fuera un nopuedoconlafiesta de la vida.
Me han escrito media docena de desconocidos y algún que otro conocido (para qué engañarnos), y no digo que todos quisieran joderte a ti, ni a tu hipotético rival, tampoco que me admiren y me quieran. Es más simple que todo eso, la gente quiere un poco de show, y supongo que preparárosla hubiera traído la suficiente cola como para que unos cuantos se echaran unas risas. Tengo muy pocas posibilidades de ganar a Fab y ya soy 2º de la conferencia. ¿Para qué ser 2º de la liga si apenas va a cambiar nada y se puede liar una más gorda y petar los foros?
Pues como no voy a ir respondiendo a todos, en la porra les expongo mis razones.
Sobre retorcer mis palabras y buscar excusas para llamarles despreciables, quizás alguno salga y te conteste, o quizás no, no seré yo quien te diga quién me ha escrito, tengo esa extraña fijación por ser leal a la gente, te tiene que sonar extraño, pero para mí es importante. Es curioso que el autor del "vete PON que no alineo a ver si petas a leyendinha" haga proselitismo sobre qué tipo de actuaciones en el juego convierten a alguien en despreciable y cuáles no.
Por último, admito los errores de la gente (yo mismo tengo muchos), pero no bailo a los meapilas, abrazafarolas y demás fauna peninsular que tan bien retrata el amigo Reverte. Vengo de un mundo profesional que me ha hecho experto en detectar a sujetos de baja estofa, sujetos que te intentaron joder con toda su saña cuando eras un pezqueñín que tenía 2-3 frases en la serie de turno vienen a intentar chupártela 3 años después porque de repente la fortuna te sonríe y vas a protagonizar la siguiente o porque presentas en una cadena nacional. Un mundo en el que también ves como gente a la que has ayudado en algún momento dado, incluso conocidos con relaciones de años, te venden por unas pocas moneditas de plata ante el primer hijo puta que les da 3 caricias en el lomo. Un mundo en el que la lealtad es el valor que marca la diferencia, por encima de cualquier otra cosa.
Por eso soy tan bueno detectando Iscariotes, los detesto más que a un enemigo, porque un enemigo no tiene dobleces, se muestra como tal, y en el fondo puede tener sus motivos. Quizás un día esos motivos cambien y deje de ser rival para ser amigo. Pero los otros, los Iscariotes, se mueven por otros impulsos. Impulsos que obedecen a un deseo de gloria pasajera, de regodearse en el aplauso fácil, aunque por el camino se lo lleven todo.