Yo he estado en esa situación unas cuantas veces pero dos por encima se todas, por lo que nos jugábamos. Y en las dos, salimos a jugar no a perder, no a hacer nada mal de manera intencionada pero sí sin la tensión del que de juega algo... y las dos ganamos. Una contra un equipo que se jugaba llegar a los cruces y que les debería dar de sobra para ganarnos jugando nosotros a medio gas y aún así, por la presión y lo que se jugaban, se dedicaron a cagarla y regalarnos el partido.
Caímos en cuartos, cuando éramos claramente los subcampeones potenciales.